Iglesia de San Miguel

///Iglesia de San Miguel
Iglesia San Miguel Interior
Foto: Julio E. Foster

Plaza de San Miguel, Daroca

Comenzada en estilo tardo-románico y terminada en su mayor parte en un gótico primitivo, se comenzó a edificar a mediados del siglo XII, aunque las obras importantes se prolongaron hasta el siglo XV. La mayoría de la fábrica que hoy se conserva corresponde a finales del siglo XII y XIII. La iglesia se plantea como un templo de tres naves con sólo dos tramos estructurados en torno a dos pilares cruciformes con medias columnas adosadas, con crucero sin acusar en planta y un ábside que junto con la portada sur parecen las zonas más antiguas; las naves se cubren con bóveda de cañón apuntado y el cimborrio (siglo XV) con bóveda de crucería.

Al exterior, la portada tiene cinco arquivoltas, algunas de ellas decoradas con «dientes de sierra» y ajedrezados. La escultura se ha perdido. Las escenas de los capiteles son irreconocibles y del tímpano sólo se conserva la impronta de un Cristo en Majestad, envuelto en mandorla y rodeado por la representación y símbolos de los cuatro evangelistas.
El ábside se articula al exterior mediante triples columnas adosadas culminadas con capiteles de decoración vegetal y un friso de arquillos ciegos que vuelan sobre modillones de rollos, de clara influencia musulmana.

El interior aún conserva el «retablo mural», pintado al temple, que representa la Coronación de la Virgen como motivo central y dispuestos en varios registros, decorados con zig zag de recuerdo románico y que aparecen en la misma portada del templo, como si se tratara de calles y cajas de retablo, doce ángeles músicos con velones y en la parte baja un apostolado.

Entre 1518 y 1520, Juan de Latas construyó el coro que se encuentra sobresaliendo como capilla independiente al tempo en su parte oeste. Es un espacio cuadrangular cubierto con bóveda estrellada con terceletes, típica del gótico tardío hispano. En este coro se combinan perfectamente elementos del repertorio decorativo gótico, como son los motivos vegetales y otros de tipo renacentista como las columnillas abalaustradas y los triglifos.

En los siglos XVII y XVI11 la iglesia cambió su aspecto interior totalmente, recubriéndose de estucos y pinturas, transformándose las bóvedas e incluyendo elementos decorativos del más puro estilo barroco. De estas decoraciones sólo queda como testigo la pintura que se encuentra en la bóveda del coro.