La Judería de Daroca

///La Judería de Daroca
Desde su fundación, Daroca albergó una importante comunidad judía, asentada en el actual Barrio Nuevo

Los primeros emigrantes judíos fijan su residencia en la ciudad muy poco después de su fundación musulmana. Ya existe pues una comunidad estable, con una estructura política e institucional, cuando Ramón Berenguer IV concede el fuero en 1142, tras la conquista de la población. En dicha carta se contempla un trato igualitario de las distintas confesiones religiosas, sin que se exija a los judíos trasladar su emplazamiento, como sí sucede con los mudéjares.

El barrio se ubicaba en los aleredores de la Puerta Alta.
Foto Julio E. Foster

En 1230 la ciudad alcanza su apogeo demográfico, censándose cerca de 4.000 habitantes, sin incluir las minorías musulmana y judía. Ésta última, en el último tercio del siglo XIII, se componía de 25 familias, que contribuían con casi la décima parte de los impuestos ordinarios que el rey recaudaba en las aljamas de Aragón. Entre los apellidos más comunes se encuentran los Abenhaliça, Abenrodrich, Abenjuçaf, Abensanç, Aboleix, Abulafia, Abutarda, Albó, Alguandul, Almulí, Avayut, Benavida, Benvenist, Bonet, Çahot, Calo, Carralbo, Cohen, Constantín, Durant, Farhi, Huerto, Fedanch, Mocan y Pasariel, entre otros.

Tras la disputa de Tortosa la presión se hace casi insostenible para la comunidad judía, forzada a la conversión. Según asegura la tradición, la presencia de micer Vicente Ferrer en 1414 condujo al bautismo de más de un centenar de judíos tras un sermón pronunciado en la Torreta. Adoptan el bautismo tres de cada cinco judíos y el resto optará por emigrar a aldeas próximas. Una parte significativa de estos conversos procede de los estratos dirigentes de la aljama, los cuales se integrarán en la oligarquía concejil a lo largo de la Edad Moderna. Entre estos linajes destacan los Santángel, Reina, Rodrigo, Santa Pau, Orduño, Romanos, Espulgas, Pallarés, Durán, Diego, Naharro, Liñán, Marcilla, Cabrerizo, Soler, Monforte y Lerma.

La peculiar estructura de la Comunidad de aldeas hizo posible a unas quince familias seguir practicando sus ritos, pasando desapercibidos, a no más de cincuenta kilómetros de Daroca, lo que permitirá a los hijos de los expulsados su retorno. Tras el decreto de expulsión, proclamado en la Iglesia Colegial de Santa María el domingo, 29 de abril de 1492, la judería pasa a denominarse Barrio Nuevo, nombre que todavía conserva.

La Judería

La judería se situaba bajo la fortaleza
Foto Julio E. Foster

La concepción de la judería es de clara inspiración islámica. En la plaza, agora y eje de socialización donde se celebran los principales festejos y ceremonias  se concentran las cofradías, el hospital y la sinagoga. Las clases acomodadas viven en la zona más residencial, próxima a la sinagoga. Son las calles Barrio Nuevo -anteriormente denominada Carrera Mayor de la judería- y, en menor medida, la de Josef Albo.
En estas calles la vivienda responde al típico caserío aragonés. Se edifica en dos alturas, además de la bodega -donde se guarda celosamente el vino kasher apto para el consumo- y la falsa o desván. A la planta baja se accede a través de un porche o zaguán, que cuenta con distintas estancias o palacios, así como cuadras y corrales. Unas escaleras conducen a los aposentos superiores.

Los judíos con recursos modestos viven en torno a la calle Hiladores y Escalerillas, en callejuelas de trazado zigzagueante donde se aprecia un nivel de vida muy inferior al resto del barrio. En las laderas del Castillo se practicaron cuevas, algunas habilitadas como viviendas, y otras como establos, siendo el área ocupada por las clases marginales.
Estas viviendas disponen de muy poco espacio, con un mobiliario muy funcional. Se componen básicamente de uno o dos dormitorios y la cocina -se sabe que el hamín o potaje típico del sábado se condimenta a base de garbanzos, verduras, hortalizas, huevos y carne-, situada en la primera planta, donde se reúne la familia en torno a la chimenea, ya que sólo unos pocos disponen de comedor.
El material constructivo imperante es el ladrillo y en los más pobres el adobe, el yeso (estucado y revoque de paredes y suelos) y la madera (cubrimientos, vigas y pilares).

Los artesanos con pocos recursos tienen sus talleres en el interior de sus viviendas, por lo común en las estancias de la planta calle, donde sastres y calceteros lo utilizan como tienda y obrador. Las más rentables, con contratos renovables anualmente, abren sus puertas en la Calle Mayor. La judería cuenta, asimismo, con establecimientos destinados a cubrir las necesidades alimenticias, alguna de ellas sujetas a rigurosas prescripciones rabínicas, como sucede con las carnicerías. Sus instalaciones eran visitadas también con frecuencia por consumidores conversos, añorantes de la calidad de sus productos.

 

Personajes Ilustres

En las viviendas de la judería de Daroca nacieron, entre otros, dos personajes ilustres, cuya proyección trascendió con mucho el ámbito aragonés. Se trata del rabí Jucef Albó y el maestre racional Luis de Santángel.

Jucef Albó fue alumbrado sobre el año 1380, siendo discípulo de rabí Nissim ben Reubén Gerundí y Hasday Crescas, dos grandes exponentes de la intelectualidad de su tiempo. Líder espiritual indiscutible de su comunidad, fue una de las figuras más destacadas en los debates celebrados en la Disputa de Tortosa (1412-14). A su retorno fue testigo de la disolución de la aljama, lo que le obligó a emigrar a Soria, falleciendo en 1444. En tierras castellanas redacta su obra cumbre (1425), el Sefer ha-Iqqarîm (Libro de los Principios). Es considerado el último gran filósofo judío del Medievo.

También nació, en torno al año 1438, Luis de Santángel, futuro Maestre Racional de Fernando el Católico, implicado en la financiación del descubrimiento y colonización del Nuevo Mundo. En esta ciudad permanecerá hasta cumplir los siete años, en que se reunirá con su padre, que lo reclama junto a sí en Valencia, donde ejercía de mercader, en cuya ciudad impulsará su fulgurante carrera política.

Calle Josep Albó en la judería de Daroca
Foto Archivo: Santiago Cabello