El Gótico en Daroca

///El Gótico en Daroca
La ciudad de Daroca cuenta con un soberbio patrimonio gótico.

Durante toda la Edad Media, Daroca se fue una de las ciudades aragonesas más relevante. Tenía asiento en Cortes -algunas de las cuales se celebraron en la propia ciudad-. La capacidad de jerarquizaron urbana de la ciudad se plasmó en la instalación de un notable ambiente cultural y artístico. Al abrigo de las rentas eclesiásticas que se impusieron a las aldeas, Daroca se embelleció con numerosas iglesias y conventos. Como centro cultural, Daroca dispuso, desde 1136, de una escuela eclesiástica en la iglesia de Santa María y un estudio que existía desde 1310, Estudio de Artes, al que Pedro IV concedió el título de Estudio General en 1329. El famoso milagro de los Corporales, acaecido en 1239, inspiró y generó una buena parte del arte darocense bajomedieval.

El gótico se extiende por toda la comarca, sobre todo en retablos como los de Anento, Langa del Castillo, Torralbilla, Retascón, Villadoz, Villarroya del Campo y Lechón, que hacen de la ciudad de Daroca y de su Comarca uno de los espacios con más y mejor pintura gótica del mundo.

Foto: Julio E. Foster

Aunque se ha perdido bastante arquitectura gótica, aun puede verse la parte alta del ábside de la iglesia de Santo Domingo, la Capilla de los Corporales y la portada de la Puerta del Perdón en la Iglesia Colegial de Santa María.

Además existen varios ejemplos de arquitectura civil, la fachada del Museo Municipal del siglo XV, la ventana de la «casa del Diablo» en la calle Grajera, y sobre todo la casa-palacio de los Luna, el mejor ejemplo de palacio gótico-mudejar aragonés, con un patio con ventanas de magnífica yesería y techumbres con pintura sobre tabla.

Ventanas ajimezadas con yeserías gótico-mudejares. Palacio de los Luna.
Foto: Julio E. Foster

La escultura gótica ofrece una maravillosa muestra en la capilla de los Corporales de la Colegiata, es de mediados del siglo XV en estilo borgoñón. Su autor, Juan de la Huerta, natural de Daroca, trabajó en Borgoña hacia mediados del siglo XV. La excelente obra a tamaño natural y en madera es la Virgen Goda, primitiva titular de la Colegial, obra del siglo XII. En la capilla del Patrocinio de la Colegiata se guarda un retablo con delicadas esculturas en alabastro inglés del siglo XV.

La riqueza comercial de Daroca hizo posible la contratación de una serie de retablos en los siglos XIV y XV que constituyen uno de los mejores conjuntos de pintura gótica del mundo.

Podemos contemplar varios ejemplos de pintura mural del siglo XIV. Destaca el ábside de la Iglesia de San Miguel, de estilo franco gótico, los frescos del ábside de San Juan de principios del siglo XIV y los del ábside de la Capilla de los Corporales tapados por el retablo del siglo XV. La pujanza artística y cultural supuso que varios pintores de primera línea abrieran taller en Daroca. El genial Bartolomé Bermejo tuvo taller propio. De él se conservan una magnífica predela y varias tablas en el Museo Colegial. Pintores como Juan de Bonilla, Juan y Jaime Cardiel y Juan de Brucelle, entre otros, también pintaron en Daroca.

La colección de retablos se expone en los museos Municipal y Comarcal y en el de la Iglesia Colegial de Santa María. De mediados del siglo XV son el de San Pedro, San Martín y Santo Tomás. Se guardan también varias tablas de un retablo sobre el Milagro de los Corporales ofrecido por los Reyes Católicos.

La orfebrería gótica es espectacular. Los talleres de platería de Daroca crearon magníficas obras (cruces, custodias, navetas) con punzón propio de la ciudad. En 1378 el rey Pedro IV regaló a la iglesia de Santa María una custodia relicario en plata sobredorada del orfebre catalán Pere Moragues, tal vez la mejor de todo el siglo XIV. El Museo Colegial guarda una colección espléndida de estas obras.

Colegial de Santa Maria. Detalle de la capilla de los Corporales.
Foto: Julio E. Foster